Te miré ahí a lo lejos entre la gente
y ahí de lejos vi tus ojos color café,
sentí como estar vivo se siente,
y te amé como un loco ferviente.
Yo te vi, pero tu no me viste,
y en aquel juego de miradas
juro que de a ratos te reiste,
Tu me viste, pero yo no te veía.
Pero ahora que mis versos lees,
la profundidad de mi sentido
puedes finalmente entender,
mira a mis ojos y me vas a creer.
Hoy te escribo a tí niña hermosa,
a quién por las noches cobijé
cuyos sueños vimos juntos nacer,
hoy te escribo, por que te necesité.
Hoy como ayer, te vuelvo a mirar,
te vuelvo a sentir y te vuelvo a soñar
vuelvo a querer tus manos tocar,
y por un momento tus labios rosar.