Para sobrevivirte forje mis propias armas:
Forje con mi sangre los versos que escribieron mis manos
Pues en cada uno de ellos encontré un escudo
Una armadura para sobrevivirte
Con ellos
Delante de mis pasos
Iniciaba la lucha de todos los días
Ahí donde tú no estabas
Donde combatía con tu silencio
Pues como la raíz más fuerte de aquellos almendros
Tu soledad quedó sembrada en mi futuro
Adherida a mí pecho
En todos los caminos te luche:
En la tierra y el viento
En el sol y en el fuego
Alguna vez procure tener al olvido como mi gran aliado
Y con el toda su sabiduría
El arma más poderosa para sobrevivir a tu recuerdo
La última de mis estrategias
Fue así como para sobrevivir a tu soledad nacieron mis palabras
Ellas pelearon en las guerras de los días
Los mismos días donde te extrañaba
Y te necesitaba
Su voz se levanto contra mi silencio
Contra mi soledad
Y en cada una de estas guerras los versos que escribieron mis manos.