Debajo de un viejo árbol de cedro
un hombre alza sus brazos y unas lagrimas brotan
se vislumbra a lo lejos la realidad de sus alma.
Vuélvete aléjate de la rebeldía
reconoce quien te ha querido.
Ahora que hay tolerancia
que sin la verdad se proclaman justicia
el beso del legalismo aprisiona los sentidos
y nos hace vulnerables y el ser se avergüenza.
Ciérrale la puerta a la rebeldía y abre la ventana de la restauración.