De mis amores y amigos
extraño los latidos
de aquel inmenso amor...
que no apagó el destino.
Sus voces aún las siento,
e imágenes presiento...
y aún escucho sus voces
en medio del desierto.
Ya no suena el teléfono,
provocando mi ira
el injusto silencio...
que dejó la partida.
Cuántos seres queridos
que se han adelantado,
y sonríen sabiendo
que no los he olvidado.
Y va pasando el tiempo
oscureciendo el sol,
y me pregunto cuanto...
le queda a mi reloj.
Así es la extraña vida...
una novia fugitiva,
que un triste día nos deja,
con las manos...extendidas.
Alicia Santi
13-02-14