Y ya pasó el verano,
sin gloria, algunas penas...
solo quedó el recuerdo
de tu sonrisa intacta
dibujada en la arena.
Y tus ojos brillantes
alumbran cual lucero...
tu mirada serena...
tu boca susurrante
como lenguas de fuego...
Tus manos anhelantes
que anidan en mi cuerpo...
son mías un instante
en caminata errante
y luego, toman vuelo.
No olvidaré este amor
que tuvo de testigos
la brisa del albor...
el mar en su furor...
la luna... con su hechizo.
Y terminó el verano que anuncia tu partida,
tal vez... haya un tal vez...
un... “te veo después” que suture esta herida...
que dé a dos corazones...
esperanza de vida y un futuro de a dos...
que le de a este amor que camina hacia el sol...
Adiós sin despedida.
Alicia Santi
14/02/2014