En la distancia vivimos, cielo,
como sólidas nubes convergiendo
entre sol, lluvias y tormentas.
En la distancia fundimos los seres
en un estrecho abrazo arco irisado
entre colores, luces y calores.
En la distancia sí, nos besamos:
centelleantes labios de fuego
y ardientes besos relámpago.
En la distancia sí, nos amamos
fundiendo ambas nubes en una
bajo la atenta mirada de la luna.
En la distancia, cielo, soñamos
desbordando alegres ojos de lluvia
en diáfano arroyo compartido.
Entre mares, cielos y suspiros,
amor, en la distancia, sin distancia.
14 de febrero de 2014
Pau Fleta