Es la dicha de ser padre, la mayor dicha que hay,
La alegría más profunda cuando los vemos triunfar;
El amor que más se expande, entre los nietos y más,
Dicha que siempre perdura es la de ser buen papá;
En un quince de febrero una angelita nació,
Una niña encantadora que me robó el corazón;
Esa niña triunfadora es mi orgullo, la razón
De una linda nietecita que hoy es dueña de mi amor;
Es mamá trabajadora, una muy bella mujer,
Triunfadora, muy amable, y como debe de ser
Vive feliz con sus hijos, pues lo logró merecer
con constante sacrificio y jamás desfallecer;
Adelante mi Cytlálly, adelante mi Giovane,
Adelante mi Emanuel, yo los quiero ver triunfar;
No se olviden hijos míos que debemos apoyar
A quienes lo necesiten pues nacimos para amar...