Fernandotorres

ALMA DE MUJER

Huellas dejadas por tu cuerpo anidan en el mío todavía.

Solo hace unas horas.

Para no sucumbir en mi pasión de verdades deberías vivir, entero, dentro de mí, hasta el fin de los días.

Quererte más que a mi triste y aburrida vida.

El público teme el significado de mis palabras extremas. Sospechan hay dentro algo resbaladizo respirando agriamente.

Devoro el alma de mis hombres y mujeres.

No me culpes, Universo, tú también te ves arrastrado por el exceso.

La gente huye de los asustados y los enfermos. Les recordamos demasiado a ellos.

Odio el amor mediocrático, pero trabajo por sus comodidades.

Todos, todos se aterran ante la última puerta. La que esconde los deseos repugnados por la conciencia.

La conciencia, ¿cuántas mentiras vamos?

El placer de un paisaje en una mañana tranquila.

La vida y la muerte son lo mismo.

No me gustan los buenos padres de familia.

Tampoco los onanistas del estúpido orgullo.

Me gusta ser mujer ante todo.

¿A quién me daré totalmente? Quizá a ti.

Seas niño, muchacha, adulto, anciana, bebé, viento, pulsar, cometa, quizá.

Mundo atroz.

Cada minuto muere de hambre 10 niños, pero puedo hablar con Australia en tiempo on-line.

Mi disfraz de paciente enfermera y tierna aprendiz de nada.

Me río como una loca y soy feliz en esos instantes.

Para sentir las cosas necesito hacerlas enteramente mías.

A lo mejor con Fernando se calma mi enfermedad.