alcides rojas

sin título

A veces nos damos cuenta

que estamos totalmente solos

en la oscuridad

y que los lobos nos acechan

 

A veces nos traicionan

y entendemos que el mal

es peor de lo que pensábamos

y que dentro del bien anida

un hálito de su sombra

Abrimos entonces los ojos

y nos damos cuenta

que predominan sus raíces

y que somos una hoja caída

y seca

 

A veces asumo

Que temo al hombre y su hambre

y sé que de los demás

no puedo esperar nada

Y qué puedo esperar yo

que acabo de hacer llorar

a un niño?

Y qué puedo esperar yo

que me he vuelto a equivocar

y no sé si llamarme

víctima o victimario?

 

Pues

aquí estoy

lleno de heridas

como dormido y despierto

como muerto en vida

como una hoja blanca

y en blanco

Maturín, 11 de mayo del  2007