He perdido la cuenta
de las noches solitarias.
Apenas recuerdo el día
que comenzó esta historia
que no acaba.
Parece la misma noche
que la noche antes pasada.
La misma que muchas noches…
Todas iguales ¡Calcadas!
Es, como si el tiempo vivido
fuese el mismo cada día.
Me acuesto, cuando despierto…
La misma monotonía.
¡Solo!
Sentado en la silla,
junto al lado de la mesa.
Escribiendo, como siempre
lo que mi cerebro piensa.
Tan sólo el murmullo del mar,
rompe este silencio cruel.
Que noche tras noche me paso,
delante de este papel.