La niña en el tablado
mueve su cuerpo con magia
Serpientes que en el aire reptan,
parecen sus largos brazos.
Los muslos caminos blancos,
que noble muestra la falda,
Caderas que en su vaivén,
olas que con furia danzan
Y el gitano ahí la mira,
porqué está embelesado,
Y hasta parece un chiquillo,
de esa forma enamorado,
Sueña con oscura plaza,
con un cielo estrellado
y la niña que sostiene
con pasión entre sus brazos,
sintiéndola temblorosa,
envuelta en su negra capa.
Pero ella sigue bailando,
sin conocer por asomo
el amor de aquel gitano,
ni el sueño que la atrapa.
Las guitarras acompañan
como jinete espantado,
el donaire y el salero
de la fiesta en el tablado