La gente sencilla
es feliz haciendo
un buen guiso
cantando por bulerías.
Son la sal de la tierra.
Cuando estás
en su compañía,
se hace más fácil
todo en la vida
porque te contagian
su alegría.
Sólo la gente sencilla
sabe lo que es el amor.
La gente complicada
trata tanto de causar
impresión,
que pronto agota
su talento.
Mientras más sencilla
es la gente,
más hermosa resulta.
Son las que transforman
las penas y dolores
en un mundo más humano.