¿DE DÓNDE SALIERON ESTOS VERSOS?
Eres mi Adán y me preñaste
de poemas y canciones
y también de inexplicables
coincidentes emociones.
Cae la lluvia esta tarde
encrespándose en mi piel,
nado en el cielo de cristales que me acerca,
cuando hueles a distancia,
hasta tus orillas que me dejan presa.
Bebamos de esta lluvia de domingo
ponme vestidos de amor
que estoy desnuda.
Deja que la lluvia sea testigo
cuando tiemblas dentro de mí
buscando la amante que anida en la poeta.
Contigo he aprendido lo que es tener
un sol eterno en mis entrañas,
porque la lluvia en su gemir
hoy me devolvía los sueños perdidos.