Enrique del Nilo

MI ABUELO

Hoy vengo a merendar acá contigo

abuelo de los tiempos memoriales

de esos soles empachados de olvido

que adoramos en fechas especiales

 

Vengo a libar vino de tu experiencia

para embriagarme una vez más de olvido

y soñar que este mundo corrompido

puede cambiar si le damos paciencia;

no reclame de mi ya la decencia,

es mujer que jamás he conocido,

acompase otra vez aquel silbido

que me regalaba cuando era niño

cuando la fantasía y el cariño

era lo único que había vivido.

 

Dígame que el mundo tiene esperanzas

de encontrar hacia la paz el camino;

que solo es cosa de alzar alabanzas

para cambiar el maldito destino

 

¿Qué si es que hoy no son fechas especiales?

¡no le he dicho que vengo a congraciarme!

por las noches que supo usted llenarme

de música mis marchitos rosales

al contarme aventuras colosales

de hombres que en el honor era su ruta,

de sabios que evitaban la disputa,

de la eterna y dulce felicidad,

que también gozaba de castidad

esa mujer a la que llaman puta.

 

¡Abuelo! ¿Dónde está que no le escucho?

necesito escuchar su fantasía

no me venga a decir que esta es la mía

que lo he perdido a usted, y hace mucho.