Gustavo Martinez Deschamps

GRACIAS

cada noche y cada día por tenerte,

comprenderme y soportarme…

¡CADA SUEÑO!

gracias, cada tragedia mitigada en tus cobijas,

y en este mar de sangre aurora...

¡SOPORTAR!

mis penas naufragas del dolor,

de tu renacer en mil y tantas veces fuerte fénix,

que su corazón chamara y en su beso el mundo traga.

 

 

gracias, por tesoro en tanto ardor, por el llanto en redención,

por no marchitar la rosa… en mi afán tras las espinas,

¡EL FERVOR!

Aunque a tu cielo lanzo heridas,

Y derramo venenos de vidas sombrías,

¡LA LLAVE!

los regaños tras esquinas,

 y los jalones de orejas en la calle.

 

por tomar cada culata de arrebatados robles en mi lluvia acida,

y soportar cada vereda que a tu vista, más la mía se hace gorda,

¡DISERNIMIENTO!

tras mis torres de hormigón y mis capiteles ceras,

¡GRACIAS!

por no ser un testaferro a mi moneda.

¡EL AMOR!

 

“Gracias vida por mi madre y a mi madre por ser mi maestra” (Randy Acosta)