Eran dos corazones,
flechados por el amor,
caminaban juntos,
despertaban abrazados,
sus manos estrechaban,
no conocían del tiempo,
ni de la noche o la mañana,
el tiempo era uno solo,
sin horas ni minutos,
vencían hasta los sueños,
todo era una eterna realidad.
Eran dos corazones,
endulzados de caricias,
no conocían de calendarios,
ni fechas de cumpleaños,
solo eran sus ojos,
su boca de miel,
el respiro de sus aromas,
la belleza de su sentir,
la pasión que derramaban sus cuerpos.
Eran dos corazones,
se perdieron en el espacio,
escondidos en sus silencios,
extraviados entre los versos,
volaron al infinito,
a una dimensión desconocida,
sin historias de sus latidos,
enmudecieron eternamente.
Colombiana.-