No estés triste mi vida,
que en la lejanía
yo curo tus heridas;
que sé que me quieres
y velo tus sueños
igual que la Luna.
No te atormentes,
mi vida,
que aunque estemos lejos
cuando veo tu cara,
estoy en el Cielo.
Sé feliz, mi vida
que en la distancia
estoy junto a ti,
te sigo muy cerca.
Cada día que pasa
mi amor te acompaña.
No estás sola
porque mis caricias
te besan la cara
y apaciguan tu alma.
Mi dulce sonrisa
ilumina tus noches
y tus días
aunque no me veas
y aunque no lo sepas
porque como la Luna
yo tengo mi Magia,
que prefiero ser buena
y perdonar la ignorancia,
que prefiero ser paloma
blanca, a recuerdos
de locura envenenada.