Afelío

Aprendo a no vivir.

No es de verdad tan notorio, nada de esto es así,a veces es uno entre diez mil, una distracción donde el peón se devora al alfil, no es gris el producto de una educación ruin, el desprecio por la apariencia textil, es realmente vil solo quedarse observando, es imposible saber que tan profundo es el hoyo hasta que no se toca fondo, para lo importante nunca hay pronto y solo el debido nervio debe asumir el mando, no entiendo y confundo el negro y el blanco, el fusco y el albo, los días, las noches y el tiempo.

A quien le sirve la sonrisa del árbol sino al propio, pensaran, es tan propio entonces como el bien y el mal en cada cual, pensaran que es tonto y triste conversar con el mar acerca de que nada es causa del destino sino solo de otro encuentro casual, cuando te buscas y no estas sino a las faldas del manglar bordeando el impacto, se trata de tocar tu corazón sin hacer contacto alguno con tu cuerpo intacto y es extraño no abatir el puesto si el cariño esta reflejado en apoyo, en fuerza, en mi locura y su debido costo de extracto.