Ary Vala

SIN MOTIVOS

No tengo  motivos suficientes para dejarte de amar

Para querer olvidarte, o hundirte en las entrañas de

Mi odio y mi rencor.

 

Que tú no me quieras no basta para desistir,

Hace falta más que la distancia y tus pocas ganas

De procurarme para resistirme a esta voluntad.

 

Caducaron  los  pretextos que argumentaban mi soledad

Y ya no importa  el horario ni el día que me busques.

 

Vislumbro que esto del amor no se trata de ti

Si no de la libertad con la que me doy a diario

Sin el ardor de mis penas  reflejadas sobre tu sombra.

Sin que seas la ampolla de mis heridas.

O la vasija donde deposito mis deseos.

 

Te amo sin el sufrimiento por  la pavura de no tener

Tu cuerpo acumulado a mi diestra

Obedeciendo mí  antojo  haragán de monopolizar

 Tu pasión  y tu afecto.

 

 

Te amo, absuelta de las demandas de mi  parte más lastimada,

De  mi infancia contrita, de mis quimeras quemadas…

Abrazo tu vida, más allá de tus miradas desviadas hacia otros cuerpos,

 De tus lecturas anticipadas de otros cuentos…

 

Ahora comprendo que  esto del amor no es un mapa

Con diseño y aval de las letras y prejuicios en turno

Es más bien un tren para el cual no se  compra boleto

Ni de ida ni de regreso,

Uno aborda ligero de equipaje, desnudo si es posible,

 y una vez echada a andar la maquina se avanza no a ciegas,

A tientas  de no tropezar con uno mismo.

 

Me miro en eso que es eterno en ti, sin forma ni colores,

Que no limita con tu piel, ni se mancha con la saliva

De otras lenguas, de otros ardores.

Me descubro, más allá de tu textura y de tu aroma,

En lo perpetuo de la dulce sustancia encarnada en tu cuerpo,

En la manera resuelta en que cielo e infierno

Se manifiestan alborozadamente desde tu ser.

 

Te amo cuerdamente, sin  locura ni delirio

Acaso con prudencia de saberte desierto y rio

Mientras yo paloma y cazador empedernido…

Te amo así, no en el bien ni en el mal

Sino con el bien y el mal fundidos,

Con crudeza y rebeldía,

Con quietud y a galope tendido…

 

Quererte así es un milagro que apaga el sufrimiento

Aunque de vez en cuando surja una que otra nostalgia

Que encienda mis ganas de un beso o de un abrazo

Quererte así me hace dingo de decir te amo,

Por eso cada mañana al abrir las alas de mis ojos

Por vivir este amor exonerado me bendice el cielo

Y a ti te cuida de todos mis miedos.

 

Te amo con  este amor que no se muere

Porque no depende de promesas o de ilusiones

Ni de lo que me das o lo que me niegas…

 

En realidad no hay razones para dejarte de amar

Que no seas reciproca no es suficiente,

Ya no necesito nada de ti, para ser feliz me basta

Mi conciencia y mi capacidad de sentir,

Soy la versión original de lo que parecía lastimarme de ti,

Hoy tan solo quiero ser un testigo de tu vida

Saberte  completa y emancipada frente a mis ojos

Que hoy te miran Con gozo y libertad.

Porque no eres mía ni de nadie, solo tuya y a veces ni tuya.