No hay ahora un pasado que nos cuente,
ni porvenir que el tiempo nos avalé,
un presente que se hace interminable,
solo espacio incapaz hay en la mente.
La piedad con nosotros es clemente,
la verdad no será ya más confiable,
la voluntad se ha vuelto ingobernable,
no hay culpable cuando el juicio nos miente.
La cordura estará por siempre ausente,
jamás será la duda razonable,
cuando empeñada ha estado cualquier mente.
Cuando todo se ha vuelto ya impalpable,
y ya se ha muerto el ser inteligente,
nada queda que sea inalcanzable.
15/214 j.ll.folch