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Al iniciar esta glosa
mimetizamos al cielo;
principiamos, "con la esposa"
alma con, virtud, en vuelo,
rostro de alba mariposa;
idea, para un beso en celo.
Tal beldad solo provoca
os llene de, azur, la boca.
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proseguimos esta letras
para, que no se quede atrás,
aferrado -en el segundo-
sabe, "padre", ¡uno en el mundo!
terco y necio no encontramos,
alma y poeta, hermanos.
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Hijos, -comienzo-, ¡son siete!
aludiendo, que es oportuno,
salir, con uno por uno
e ir a darle un falsete.
bloqueo. ¡escuche pronto alguno!
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Los de arriba, ya pasamos,
por así decir, "borrada"
veo glosa, que declamamos
sin oda pre-rebuscada,
aún bebo de esta poesía
que excede el ingenio escrito
luz radiante, el sol envía,
mal trova, al infinito...
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El tercero, está que apenas
casi alcanzo a discernir,
que aflorando en este versar,
este acróstico en sus venas,
te lleve, mi libre sentir;
que alegre, no rimando, estar.
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De todo hay, ya sería
primera en ésta tonada,
una conclave en poesía
trae su glosa declamada ...
son de rara melodía
*
Nos sigue "Aída", como alma
un poco, deidad, que tiene
al canto, edénico, despierto:
propia inspiración celestial
voces deleite de angelidad;
Naces: Hecha estirpe sagrada.
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Por sexto es un caballero,
músico mejor no hay. Sol. Fa.
un galante trovador, Mi.
de zéjel, romanzado, Re.
profética conmoción. Do.
*
Este séptimo es Vinicio;
tritón evoca los silbos,
que el peruano, Varayoc,
emotivo, cantó a Mérida,
y todos, podamos, gozar.
Rafael Mérida Cruz-Lascano.