Es tú indiferencia la que me causa pena, es tú desamor lo que mi alma aqueja, que tus ojos no me ven y tus labios no me besan, y yo no encuentro ya que hacer, hoy me embarga la tristeza.
Si te he demostrado que por ti estoy dispuesto a lo que sea, no permitas que este deseo se convierta en quimera, ven y dame tú cariño para aliviar mis penas.
Y lo que más me duele es que yo lo la quiero, mucho más que aquellos que la andan pretendiendo, ay Dios mío que voy hacer para acabar con este sentimiento.
Es su indiferencia que va acabar conmigo, y es que voy muriendo lento, lento y sin testigos, más que feliz yo fuera si ella me quisiera, ay que feliz yo fuera si ella el sí me diera.