Cuando el ardiente verano
se torne gris y ya no queme,
como quema la sangre de mis venas…
Cuando el viento de Otoño
con leve y fresca brisa,
haga temblar tu cansina figura…
Cuando en invierno sientas frío,
busques y no encuentres prestos,
mis brazos para cobijarte…
Cuando al alba en primavera
el rocío no acaricie más…
tus aun lozanas mejillas
Cuando el paso de los años
haya cubierto de nieve eterna
tu blonda cabellera…
Comprenderás entonces vida mía
que la llama de amor
que en mí encendiste un día,
en feroz infierno se tornó
y de tú amor, sólo cenizas… dejó.
Delalma.
13/01/2010