Despierta con un maullido,
un lamento, un reclamo
pretende ignorarlos,
disfrutar de la tiebieza
de la comodidad del sueño
La luz confabula... es inevitable,
ya está de vuelta.
Se levanta como de costumbre,
los alimenta, les deja salir
para encontrarse con una nueva,
sospechosa y tentadora calma
que le invita a ser,
a viajar en cuentos ajenos.