Sigilosos sentimientos me consagran a querernos
a llevarte a las islas y a los bosques de mis cantos bellos
que enarbolan amor puro y sibilino el que queremos,
ese lugar amoroso de locura y en ella nos envolveremos.
Así seremos como dos aves viviendo un mundo eterno,
una felicidad inusitada respirando un glorioso aliento
que nunca llegamos a sentirlo ese canto de los sueños,
que te embruja y cabalgas en la felicidad del silencio,
donde viviremos juntos como dos ángeles del universo-
Contigo amor mío, morir quiero en esta isla que los dos
llevamos muy dentro, con la esperanza de ser una roca
y que mane agua santa, ternura y ese sentir del pecho,
para vivir los dos en esa viva roca de amor perfecto,
y así morir juntos, en las arenas y en Las hojas secas,
y en las alfombras del viento, nosotros dos isleños.