garencibia

Rencor interior

En el rencor de la habitación

se esconden ambiguas discordias

las ánimas incapacitadas de entender

continúan su paso en derivas.

 

No transcurre nada, ni el recuerdo de un beso

sólo proliferan sensaciones de compañía,

puede parecer un ambiente irreal

con arpegios no escuchados, amorosos.

 

En el rencor de nosotros mismos

el deseo intenso es inconsistente

perdiéndose el amor en luchas procases,

lúdicas ideas malogradas.

 

El amor se pierde ante el público indolente,

la mujer no comprende las imágenes.

Todo en el rencor, en la habitación, mezclado,

cuando al fin y súbito, el sexo comienza.

 

Afuera todo normal.