Si tu voz duele tanto
como la recuerda mi memoria
si tu cuerpo pesa tanto
como se dibuja en los bordes de la noche
si tu aroma persiste
e insiste y no existe
—y aun no se va—
Guardar tu aliento
o tu voz
no es esconderlo
o encerrarlo
guardar tu esencia indomable
es observarla y contemplarla
iluminarla
—dejarse iluminar por ella—
Leer lo que te escribo
cuando anhelo en verdad
guardarte
recordarte
—volverte a reescribir—