Confluyen las sentencias
Trato de levantarme
pero no tengo fuerzas
Intento renacer
pero no fui concebido para lograr mis propósitos
La misma reseña
una nota que predice lo que a todos nos espera
Es una condolencia de papel
pasan un taxi y un borracho
Un orate duerme sobre el domingo
de crónicas rojas
Fin de semana en el callejón de los asesinos
de los que están tendidos bajo repulsivas moscas
bajo el asedio de sus ocelos
con un esbozo incrédulo
los ojos glaucos
la saliva pastosa y los huesos rotos
de los que no tienen opción
el sempiterno gesto de dolor de los perdidos
Generación espontánea del antes y del después
pasan una anciana y un niño
Sólo una estadística
un muerto descalzado
una mujer mancillada
un muchacho que estaba donde no debía estar
un amasijo de huesos apilados
sólo un transeúnte
que terminó siendo
lo que todos terminamos por ser