Hay muchas maneras de morir,
no solo cuando el alma se va,
te abandona sin aviso o sin piedad,
los ojos se te cierran
y no puedes pensar en ti,
ni puedes dilucidar si eres.
Hay ese instante
donde ya no existe opción.
Vuela el aliento,
la esperanza se esconde
Crees el mundo se acaba.
Bajas a lo profundo,
donde morirás y vivirás sola.
Hay por momentos en la vida;
navegas sin rumbo, pues los castigadores
te enseñan y obligan a fallecer en vida
y solo te queda esperar, esperar.
Nada remedias sin esa espera,
guardando tus energías, reservando los cariños
olvidando los aplausos, aplazando las despedidas
(algunas despedidas las perderás irremisiblemente)
«y parecerá que estas muerta,
y no será verdad.»