A veces esta nube negra
que me embarga, me espanta, me desquicia, me abate.
A veces esta sombra que me envuelve
con su secreto roce,
me lanza en un rebote silencioso
en la noche tempestuosa.
A veces esta sombra profunda,
de profundas cavernas,
es viento que se hace nube,
nube que se hace lluvia,
humo que se levanta,
agua que se inunda.
Se inunda y se hace río,
río caudaloso, que se desborda,
me abate, me tuerce, me empuja,
me lleva en zigzag, me arroja,
me levanta en la avidez del instante.
Ahora estoy de cabeza en el aire,
tratando de inventar algo que ya existe,
trazando una senda que otro recorrió.
No tengo más camino que el retorno?...
O debo alejarme sin miedo?...
Volver la espalda a estos sueños en silencio?...
Quizás mi retorno es el camino, un inventarme de nuevo.
Un aspirar de vida, de tierra, de semilla
y abrir los ojos clavados justamente en el amor.