... hay todo un sol amaneciendo en otra dimensión, quizás tú no le llames sol, sino que le llamas \"amor\" yo le llamo noche, dolor, soledad, tiene tantos significados que mi voz se hace diminuta, hasta enmudecer, te han contado cuentos sobre mi existencia, por ejemplo que viajo haciendo estornudar al aire en vientos temidos en quebrar la raíz de tus ojos, donde mendigas la falta del cariño que se ahoga en mi pecho, quiero gritarte más de un tiempo que vivo alejado junto a los labios que no conozco, quiero muchas veces latirte un te quiero sin dimensiones métricas hasta amarte, siento esa emoción de decirte todo un universo de consonantes acústica sobre lo que el amor me está haciendo cambiar en la mecánica rígida de mi vida, y sí notas no dejo pausas en mi carta, no lo hago porque me desnudo eufóricamente hasta desgarrar todo argumento de mi sangre, decirte todo lo que contengo hasta estallar como una bomba radiactiva de todo el universo, creando lo inimaginable hasta lo imaginativo de llevarte entre mis dedos la esencia de tu ternura, desnudar todo ese paraíso floral que viste tus versos carnales, decir-te te amo al oído y fallecer en el verbo de eternizarme como un adjetivo en la pluralidad de tu vida.
... he dejado de poner el te amo en tu alma, no quiero! que sea tan lejos, no quiero que sea solamente un enlace entre una dimensión y la otra, no quiero que entre nosotros dos esté una puerta y una ventana, no quiero que el cielo nos divida los ojos, tu mirando el cielo, y yo aferrado al viento en busca de tu cuerpo...,
no quiero mendigar otra vez sobre un terreno vasto
buscándote otra vez,
encontrando las ruinas de un paraíso que jamás lo fue,
anclando mi boca
sobre la marchita conjetura de un beso,
no quiero encontrarme de nuevo con el compendio de mariposas aferradas a la oscuridad dentro de un ataúd de cuervos que fecundan la distancia del corazón con el alma, tus latidos sanguíneos con mi interior escarlata, quiero decirte al oído todas las consonantes que no te he dicho, decirte por ejemplo \"el cielo se amarra a tus ojos de plata cuando te desnudas el alma en las madrugadas, dejas la esperanza oscilar entre los muertos, a los cadáveres le salen raíces y ramas, dejando amanecer el único fruto del amor, aquel que quiero morder con mi boca, hasta poder borrar la imaginación, y darte ese beso que tantas veces sueños estando despierto y hoy quiero tatuar en tu rostro de porcelana\"
Sí vieras, que Dios nos hizo voz y sonido,
tu latido en mi corazón,
y mi voz en tus labios sanguíneos, bombeando el amor de ese beso tan distante
que se hace sonido en la acústica de oírnos
enfrascados a milímetros...