Lo que busco en ti, mujer,
No es lo cotidiano, ni lo sencillo,
Tal vez sea esa historia
Peculiar y extraordinaria
Que alguna vez la leí en un libro.
Es un viaje sin partida
O una partida sin destino.
Busco en tu vientre encontrarme
Y perderme mil veces,
Quedar olvidado, de pronto,
Sobre tu ombligo.
Sembrarme en tu cuerpo,
Y que llenes mis años,
Y alumbres mis siglos.
Atarme a tus pasos,
Anudar a tu mirada
Mi llanto infinito.
Lograr ese misterio
De amarrar dos almas,
Dos lunas, dos soles,
En medio de un respiro.
Desenterrar sortilegios
Enterrados en tu piel
Con aire de místico
Y darte un beso callado,
Amoroso, lleno de todo
Pero sencillo,
Mientras miremos el
Ocaso en una hamaca,
Ya de muy, muy viejitos.