Los días de mi infancia, nunca olvido
cómo esperaba las vacaciones con afán
las ansias me hacían casi enloquecer,
tenia que esperar por tantos meses
para ir a mi terruño, tan querido
a la bella ciudad que me vio nacer
a mi Cuenca querida, altiva en los Andes
con sus veredas y valles de verdes colores
y sus ríos largos de piedras sonoras
que llenaban de vida, los días de sol...
Ahí mis amigos, compañeros de siempre
que igual de impacientes esperaban por mi
para correr por los montes cual veloces saetas,
a jugar a los trompos, y volar las cometas
a inventarnos mil guerras y a ser los caudillos
o a emular caballeros, conquistando castillos
cuántas veces soñamos, ser Pelé o Garríncha
cuántas pelotas botamos, para atrás de la finca
y los gritos de abuela, que casi siempre te trinca...
Los días de mi infancia, fueron tantos
como tantos los recuerdos que viví
de esos tiempos tan felices, nada queda
los amigos ya crecieron, ya no están
sólo el alma entristecida del recuerdo
de esos días que ya nunca volverán...
CAZA
19/02/2014