Quisiera devorarte subcionerte por completo,
Beber de tus entrañas, la pasión desatada de tu fuego,
En esos labios prisioneros del deseo,
En mis manos atrapadas en el remolino de tu cuerpo.
Escuchando el rebotar en las paredes
El eco proveniente del crujir de nuestros huesos
Sonidos liberados de la electricidad desvordada en tu interior
Explosion que brota en tu boca, desfallecieno en tus pies.
Consumido en cenizas en la fogata aún caliente de esta cama;
Fresco tengo tu aroma, impregnado por toda mi piel, que la hiciste tuya,
Dejando marcas más profundas por debajo de esta,
Prueba del instinto salvaje de todos nosotros,
Furia oculta por debajo de la ropa, a flor de piel,
A la distancia de una caricia, de un susurro en el oido,
De aquel beso robado.
Desfallesido, derrotado por el sueño,
Aun tengo ganas de ti, de posarme en tus labios,
De hacerte mia, en tus suaves piernas, en el vertigo de tus caderas,
De dejar al descubierto, ese lunar tan tuyo abajo del seno izquierdo,
De hacerte mia, de recorrer infinitamente mis manos en tu cuerpo,
De levantarte en el arco de tu espalda, de besar los lugares ocultos,
De reposar en los lugares prohibidos... de hacerte mia
Más padesco aqui y tú en mi pecho,
Sintiendo el vibrante palpitar detras de tus senos,
Viendo a un techo vacio, con imagenes pasajeras, perdidas en el tiempo
Aún con el cobijo de tu calor, mi mente fria pregunta
Si te has llevado algo más a tu interior y yo eh cogido más de ti
Mis ojos se cierran aún con la pregunta en el aire
Pero viviendo intensamente aqui contigo este momento.
Autor. Herández G.