Para ti mi amor,
que has compartido tu vida conmigo,
por el sublime obsequio que has dado a mi alma,
te escribo estás sencillas, pero sinceras y honestas palabras.
Regocijado en gran manera,
por ser el padre de dos bellas princesas,
agradezco a Dios la grata fortuna,
de tener conmigo tu sublime amor.
Adoro tomarte en mi regazo,
apoyarme en tu hombro para caminar,
tomarte la mano y sentir tu cariño,
y despertar contigo, dentro de mi hogar.
Gracias mujer por estar conmigo,
en forma infinita agradezco tus besos,
es indudable que te amo en exceso,
y que mi vida es bella, porque estás aquí.
Amor de mi vida, mujercita hermosa,
camina conmigo vislumbrando el rumbo,
andemos avante con nuestra familia
y perseveremos siempre en nuestro amor.
Alberto Morales Ureña
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