Silencio, que ella está dormida
Silencio, no me la despierten
que las flores son sensibles
silencio por Dios que ella duerme
Cada petalo de su cuerpo
descansa placidamente
anclada en un sueño hermoso
entre la vida y la muerte
Silencio que la noche la mece
vestida de brisa y luz tenue
silencio que sus pulsos descansan
apostados en mis sienes
Ésta noche navegaremos
por nuestro mar celeste
yo seré siempre suyo
ella será mia por siempre
En la antesala del alba
cielo de estrellas solemnes
silencio que la niña de mis ojos
duerme..duerme...
José Antonio Morante