Parece que esta noche
oculta tu rostro a la luz de las estrellas
y el lejano tambor de los bosques
se disuelve aquí... ¡Y no llega!
Parece que el violín inquieta
el canto de los grillos en la hiedra
y tu ausencia de rebelde brisa
hace ecos de lluvia en la pradera.
Yo te he visto sonreír junto a la luna
en el estanque de lirios y camelias;
Más ahora que reina de la tiniebla
me parece cruel y pálida tu ausencia.
Parece que el dolor se me hace un nudo
mientras va la carroza entre la niebla.
E.D.A