Penetré en tu interior
por una puerta clandestina,
al menos supe
que cuando me emociona tu presencia,
no estoy sola,
se que tus músculos se estremecen,
que tu corazón galopa sin control,
y si tomo las bridas
nos apresará el frenesí
y arderemos como el sol,
en el sol,
es muy fría la luna
para una pasión volcánica,
la dejo al margen.
También he sabido de antemano
que estamos distantes en el tiempo,
por ello salí sigilosamente,
mis pies cual flor de algodón,
dejaron atrás el laberinto,
me he fosilizado a la espera,
porque se,
que un volcán no yace eternamente,
porque se, que detrás de esa puerta,
estás tú.