¡Qué tienes tú!
que cuando te miro
se acelera el latido
de mi corazón henchido.
¡Qué tienes tú!
que cuando te acercas,
toda mi carne tiembla,
sintiendote tan cerca.
¡Qué tienes tú!
que invades mi pensamiento
y no puedo dejar de pensarte
ni tan sólo un instante.
¡Qué tienes tú!
que con ansias locas,
espero el beso de tu boca,
con el elíxir, que de tus labios, me provoca.
¡Qué tienes tú!
que me dejas aturdida,
con tu enigmática mirada
y en un dulce letargo, me dejas adormecida.
¡Qué tienes tú!
que cuando te nombro,
mi voz la calla el viento
y van mis palabras
corriendo a buscarte…
Pero todo lo olvido
cuando yo te encuentro
y sigo queriéndote...
y amándote tanto,
que nada más quisiera
aparte de soñarte.
¡Yo no sé qué tienes!
que cuando me miras,
voy recobrando
de nuevo la vida.
Felina
¡QUÉ TIENES TÚ!