De madrugada, tu piel envuelve mi sonrisa
tu cándida voz, mis labios hipnotiza
algo en mi, incontrolable, va precipitando
embargándome de gozo, ahínco, paz y vida...
Regalas racimos de néctares jugosos
saciando mi sed de ti en impetuosos gemidos...
Oxígeno tu esencia se vuelve, indispensable
al respirar tu ternura, me vas alimentando,
los latidos navegan universos, tan privados y nuestros,
explorando emociones íntimamente mutuas,
complicidad compartida, afinidad subliminal,
un tácito cuento de amor infinito,
tú y yo protagonistas en la eternidad somos...
Al en ti estar, los minutos levitan
en una atmósfera de afición implícita,
vibraciones delirantes, en su frenesí, pasivas,
arrebatos de pasión y deseo,
en un cosmos de cariño instintivo,
irreflexivamente ecuánime,
movimientos de almas ídem...
Te gradezco, amor, cada tris
de total candidez y éxtasis...
Copyright© 2014 Rocío Vega-Ponce