Cuando uno está aburrido totalmente de todo, como el tedio que agobia, ¿qué queda por hacer? ¿Emborracharse, tal vez, drogarse para salir un rato de este mundo amurallado, buscar en una mujer la lujuria, salir a correr hasta cansarse y escupir los pulmones repletos de cenizas, masturbarse, buscar en el suicidio la salida …? La verdad es que no me consuela ni la escritura, ni la lectura, ni Internet, ni los paseos por el Rosedal, ni sentarme en la rambla, ni nada … Sólo me queda el consuelo de dormir, sí, dormir por siempre, como decía Hamlet en su duda existencial:”Morir, dormir”. Ocultarse bajo el sueño y esperar que las horas pasen, y así dejar que el tiempo transcurra, y no despertar, no despertar jamás …