Para María Alonso
Siempre me detengo a pensarlos
a intentar materializarlos
y los hallo en la noche
detrás de cada estrella.
Harmonía son tus ojos
como los de una diosa morena
de un color que me habla
de la profundidad y el misterio.
Noche de amantes son tus ojos
de esperanza casi negra.
¡Qué poco los recuerdo ahora!
Su resplandor es silencio
un silencio de luces y rumores.
Mi corazón percibió su mirada
sus lágrimas y sus pupilas
luego callaron, fueron otro sueño
de mi vida, ya no son romance
ni amor de cuentos de hadas,
irreales como su color en mi alma.
Sólo son dos lágrimas turbias
por la distancia y el tiempo
ojos de trópico y cenizas, ojos
que quedaron lejos de mi casa.