Juan Senda

:::LLÉNATE DE MIS SUSPIROS:::

LLÉNATE DE MIS SUSPIROS

 

En la cálida noche, bajo tus albas

cuando vuelvas a mi boca se encenderán

las níveas mariposas que alumbraran

y me darán cobijo en la tenue noche

allá en la otra orilla de la esférica orbe.

 

Serás acicalada de centellas y relámpagos

en las alcandoras cimas que tengo ocultas

¡oh! Diosa mía, para ti que habitando estas

en las arenas claras como nieve de las dunas

y en playas de la expansiva y divina idea

de nuestro adorado ser amado.

 

¡Oh! Amada, cuánto te quiero, gaviota mía,

pósate en la cumbre de mis ojos,

abrázame con el flujo de tus mares

en las sombras de la luna sucumbida

para mojarme con tus floridos labios

y en los manantiales de tu boca,

 

Descuélgame esta disecada angustia

de no tenerte y sentirte mía

sufro por ti, en la silenciosa sombra

delirio mío, vivir sin ti  no vale nada.

 

Repósame, golondrina mía,

en la ardentía de tus mansas aguas

fúndeme en tu cobijo que consumido vivo

este martirio que se ahoga en mis entrañas.

 

Calandria de mis trigales,

llénate de mis suspiros

y del espoleo de mis ojos

embelésame con tus labios de espuma

bajo las tibias y celosas tinieblas 

de los surcos silenciosos del alto maizal.

 

Caminemos juntos la lírica senda

que conduce al verde valle de tus delirios

para que bebamos la ardiente caricia

que abraza el más íntimo beso de este ardor.

 

Para que esta locura quede centrada

en el núcleo profundo de nuestro santo amor

para que al final de nuestra vida

fenezcamos de amor, amándonos.