Ya sé que no recuerdas mi amor
ni cuando veíamos el sol marchitarse
o nacía la noche propicia para amarse,
no, ya no oyes este triste clamor.
Mi sentir ya no degusta tu figura
ni mis ojos se llenan de tu belleza,
todo me causa dolor y extrañeza
nada me da alegría, sólo amargura.
Las horas pasan una a una encadenada
a la oscura gelidéz de tu ausencia,
ya no está lo que me daba tu presencia
no tengo la riqueza de tus besos, ni nada.
El arca de mi alma está vacía
tu eras la única riqueza de mi vida
ahora veo a una nueva desconocida
distinta a la que volar me hacía.
Para mi ya no es tu mágica alegría
ya no disfruto de tus bromas,
a otro de tu mano tomas
como antes ibas de la mia.
Tal vez sea yo el culpable
de todo lo que sucede
y un mal recuerdo te quede
de mi, nada destacable.
Pero sigo contigo en mi pensamiento
y de ahí no te he podido sacar
hasta que no seas para destacar
en este corazón del que sos sufrimiento.
Entonces volveré a ser el de antes
el amable y jovial que conociste,
ese que con tu adios desapareciste
renacerá con sus frases elegantes.
Por que te fuiste pero no mi poesía
ya no estás y me duele es cierto
pero sigo bien despierto
y vivo a pesar de ésta agonía.