“Bellos y enigmáticos ojos tienes tú.
Verdes como esmeralda, ocultando un pasado.
Sonrisa triunfal y orgullosa.
Engreír y burlarte siempre.
Cuando me ves, siento un reflejo, un poder.
Pero entérate que mi rechazo inquisitivo siempre prevalecerá.
Mírame de una forma diferente.
Quiero gozarte fuera de la rutina, fuera del sarcasmo.
Quiero conocerte a ti con todos tus secretos
Quiero saber que eres especial
No sé tu edad, ni tu identidad
Pero ahora conformas mi vida con rareza.
No puedo concentrarme en Neruda por tu voz
Ni en Borges por tu placentera posición.
¡Basta! Necesito una fórmula para dejar de pensar en ti.
O al menos que me enseñes a amar… solo una vez y para siempre.”