Te amo en secreto,
tanto que ni Dios lo sabe.
Te amo en silencio,
creyendo que mis mudas penas
te traerán hacia mí.
Te amo,
mi amor imposible.
Y aunque sé
que tú tal vez no me amas como yo a ti,
aún así te deseo lo mejor;
espero que Dios nunca se entere de mi amor por ti,
pues sólo tú debes de saberlo.
Te amo
sí, te amo en secreto,
con un silencio impenetrable.
Me iré con mis sueños e ilusiones,
pero antes, te entregaré estas palabras
que de mí se han vuelto casi inseparables.
Y cuando te preguntes porqué,
ya estaré lejos para responderte.
Me iré sin explicarle a mi cuerpo
porqué nunca pudo estar cerca del tuyo.
Guarda en tu mente mis palabras
y este secreto que escribí para ti:
Te amo… sí… ¡Te amo!…
© Andrés Sarellano Mtz