Amada de la noche, del tiempo y la distancia
Naufrago en tus pechos, te nombro entre hadas,
Cauteloso emprendo el viaje hacia tu mirada,
Y en medio tomo un respiro para contemplarte
Para mirarte entera, inmóvil, esperando mis ansias.
Amada de la noche te llaman mis nostalgias,
Necesitan la paz de tu mano inmaculada.
En los andenes de la vida reposan mis ganas
Te saben completa y una y otra vez te repasan.
Amada del silencio, de la luz y la esperanza.
Amada de la tarde en que mis pies te andan,
Sangrantes en su cansancio buscan tu alma.
Te encuentran toda limpia y con un par de alas
Flotas angelical blandeando tu espalda
Y es como si estuvieras flotando sobre agua.
Amada del mar que me habla entre sus oleadas
Escucho tu voz como si la muerte me llamara
Y caigo en ti y muero en tu caricia; tu calma
Quedo en absoluto silencio, en el silencio que abraza
Amada de la noche, de mis versos, me robas las palabras.