La novia del pa’i[i]
Tu pueblo es pequeño,
pero no por eso te aburres, Juanita.
Primero lo hiciste con uno de tus primos,
luego conseguiste estar en la lista
que tienen los ricos:
Los hijos de los estancieros,
el dueño de la fábrica de aceite,
(que te dio trabajo),
y después transaste con el intendente;
y hoy, en un escritorio, chateas muy “tranqui[ii]”...
Esa es la carrera que tienen las lindas,
tu pueblo es pequeño, ¡pero hay “repertorio”!
Hace tres semanas cumpliste veintiuno,
y te dijo tu hermana que se fue a la misa,
que hay un cura nuevo, joven, y no tiene
cara de muy santo; y fuiste a verlo.
Y viste que varias también le pusieron
el ojo (al nuevo), tres “mosquitas muertas”
que se dan de santas.
Y te confesaste, le dijiste: -“Padre,
yo tengo muchos pecados, y ahora que lo veo,
pienso que usted puede, si quiere, salvarme;
¡estoy estresada!”, y un poco lloraste.
Después de dos veces de hacerle lo mismo,
anteayer te dijo: -“Pasa a mi despacho”,
y te hizo masajes; después lo besaste,
pero él fingía que se resistía para penetrarte;
así que le hiciste, ¡y muy pasional!,
un rato, bastante, de buen sexo oral,
(y él eyaculaba como un animal).
Te tragaste todo y él quedó contento,
así que entre besos, te hizo promesas,
(si guardas silencio), y tú, ¡por supuesto!,
(y tienes tu plan), porque ellos no cuentan,
¡y después se van!;
así que tu novio pretendes hacerlo,
tu novio secreto, pues te enamoraste
¡de su enorme miembro!
Y ya le ganaste la mano
a las tres putitas, eres más experta,
¡así que no eran rivales las mosquitas muertas!
Y, aunque alguna también se lo “coma”,
a ti no te importa, pues así fue siempre,
los pueblos pequeños son muy aburridos,
¡y hay que buscar algo en qué entretenerse!
Y pensando en estos asuntos,
ni cuenta te das que la tarde se va,
está soplando afuera, un poco de viento,
y han pronosticado que habrá tempestad.
Tú no te preguntas, pero yo pregunto,
en todo este asunto, ¡Dios, ¿a dónde está?!
[i] (Guaraní) Padre
[ii] Tranquila