¿Te acordás cuando todo
olía a inocencia?,
y veías la vida
como un carrusel
lo más importante
estaba en tu barrio,
el mundo era un vidrio
y mirabas....tras él.
El hornero obrero
haciendo su nido,
te miraba alegre
al verte pasar,
camino a la escuela
en inviernos crudos,
y en las calles de tierra
tu creías....volar.
Que lindos regalos
son esos recuerdos,
de ese tiempo pleno
de amor y amistad,
destino de pobres
escasos de bienes,
nos sobraban ganas
siempre....de ayudar.
¿Escuchás las risas
de chicos contentos?,
adorando la esquina
en que fui feliz,
es cual ramillete
de niños soñando,
que ya éramos grandes
la consigna....reír.
No importaba nada
si estábamos juntos,
envueltos en la dicha
de esa realidad,
no había prejuicios
que nos separaran,
te cuento que eso
era pura....verdad
Ojalá no haya
cambiado mi calle,
que olía a glicinas
a ruda y a cedrón,
el sol calentando
las tardes de Enero
y nosotros creciendo
a la buena....de DIOS.
Boris Gold
(simplemente…un poeta)