ILUSIONES DE UNA FLOR
En un lejano lugar
en el confín de la tierra,
a la vera de un camino
y confundida entre la maleza
surgió una extraña flor,
una florecilla silvestre
de una singular rareza,
que nació a la deriva
flor a la que nadie observa,
porque está desprovista
de encanto y de belleza.
Y los días transcurrían
y la insulsa florecilla
continuaba entre la hierba
muy triste y abandonada,
envuelta en su soledad
y desde allí seguía observando
a la gente que a su lado
muy presurosa pasaba
y sin saber que existía
sus pétalos lastimaban.
Pero ella en su obstinación
de continuar en el mundo
volvía a ponerse de pie
y luchaba contra todo
enfrentó duras tormentas
superó mil tempestades
nunca se dió por vencida
y bajo el inclemente sol
se defendió con dignidad
de los embates de la vida.
De pronto una mañana
cuando ella se encontraba
saboreando su tristeza,
escuchó unas pisadas
que venían por la vereda,
eran las de un floristero
que pasó justo a su lado
sin darse cuenta que ella
se quedó embelesada
al ver la inmensa belleza
de las flores que llevaba.
Pero de entre todas las flores
que emanaban cierto encanto
ella se quedó prendada
de un apuesto clavel blanco,
y a partir de ese día
esa pobre flor silvestre
aguardaba entusiasmada
la hora en que el floristero
por esa senda pasaba,
para observar nuevamente
a ese apuesto clavel
y aunque el fué indiferente
ella se enamoró de el
desde entonces solo vive
embargada de emoción
pensando en el clavel
que le robó el corazón.
Winda